Justo el profesor de Gestión y Organización de los Servicios de Salud nos dijo: "la opción es esta...podés ser una planta o dejarlo de ser... "
¿Qué loco no? nunca pensé que tan rápido sería la aplicación real a lo que nos pasa. Explicó el profesor: "a una planta le tenés que dar de todo para que no muera. Agua (toma la que le des, buena o mala), abono, cuidado, le administrás cuánto sol cuánto no, y bueno, llevado a la vida real hablamos de que tenemos sindicatos que nos ayudan..." yo le dije que si funcionaran bien, sí. "AHÍ ESTÁ, ¿VES?" me dijo el profesor. "Esa es la actitud de una planta... es más fácil quejarse que hacer algo por ello". Yo le contesté que en Argentina te metés y terminás en un "CAJÓN", a lo que el profesor contestó: "En la vida para llegar a cumplir cosas hay que hacer sacrificios, nadie logra nada sin ellos"
Bueno, me quedé pensando muy mucho en esas palabras porque ya vengo con esas ideas en la cabeza, de arrancar las raíces que me tienen sujeto a la comodidad, como dijo el profesor, y hacer algo.
Resulta que al día siguiente hubo un accidente de trenes, y ninguno de nosotros, los de la "CRUZ ROJA", hizo algo al respecto. Sólo éramos espectadores, y me dije a mí mismo: qué poco que duro la enseñanza en nuestros corazones...
A veces en la vida de los hijos de Dios pasa igual. Dios nos exhorta, nos habla y nos enseña cosas y conductas a tomar y seguir, pero...¿qué nos sucede en el corazón, ya que no hacemos caso a eso? la respuesta es OBVIA y volvemos a lo que dije antes, no estamos tomando el espíritu de poder que Dios nos ha dado...VAMOS GENTE, SÉ QUE PODEMOS!, pidamos que el avivamiento no sean lenguas, manos alzadas y gigantescos templos llenos de nada; pidamos que el avivamiento sea involucrarnos y dar sabor a la sociedad que nos rodea: estoy re convencido que Jesús se refería a eso cuando dijo que somos como la sal... PENSALO...
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