La cosa está podrida !!!

Sin lugar a dudas, Satanás está derrotado, pero hace lo que puede por poderse llevar a los que más pueda con él; como dicen en la "jerga porteña", está dando sus últimos manotazos de ahogado... es ahí cuando leyendo sobre cómo Jesús lo derrotó, leí también como después de esa victoria vino luego el Espíritu Santo como promesa, para cumplir con su tarea de convencernos de todo pecado y llevarnos a toda verdad y Justicia...

La palabra de Dios dice que somos "la sal y la luz de este mundo"...

Cuando veo los esfuerzos del enemigo por destruir, robar y matar a todo cuanto puede, vivificado en lo que leo cada día en el diario, guerras, homosexualidad, perversiones de todo tipo, la moral paupérrima que vivimos, el inexorable paso del tiempo, está dando lugar cada vez a que todo sea con "más olor a podrido". La baranda a pecado que hay entre nosotros es increíble, vivimos en un mundo podrido y cada vez más y más sumergido en una podredumbre que no se da cuenta... la palabra sal y podrido me trajo un recuerdo de cuando yo era mas chico y jugaba en el campo de un amigo en la ciudad costera de Necochea. Tenía un amigo que trabajaba las pieles de oveja y cosechaba papa. Ahí en ese inmenso campo de los "Alfonsin" había un galpón enorme donde se apilaban grandes cantidades de pieles carneadas de este animal ovino. Saltábamos de una montaña de pieles hacia la otra y tenía pedazos de carne colgada de la piel pero no largaba olor ni estaba aún podrida... ¿Por qué? porque las pieles se conservaban hasta su venta con "SAL", la sal lo que hace es mantener la carne sin que se putrefacte, así lo han hecho por miles de años la humanidad antes de que existiera la heladerita marca -- BIP --

Ahora pensando en este versículo pensé: qué gran tarea nos ha dado Dios. Las perversiones, la permisibilidad, la violencia y cientos de otras siniestras inclinaciones, se exhiben desenfrenadamente a una escala mundial desconocida desde los tiempos de Noé. Qué bueno es saber que la SAL PREVIENE LA PODREDUMBRE...nosotros somos portadores de bendición podemos salar a este mundo y darle Luz, quitarle la oscuridad, disiparla para que vean al Espíritu de Dios y éste les convenza que Jesús es el Señor, para Gloria de Dios Padre.

Es tiempo que nos dejemos de divisiones insensatas y tonterías religiosas y seamos LUZ y SAL para cumplir con esta palabra que nos ha sido dada; porque al que mucho se le dio, mucho se le va a demandar.